SOLUCIÓN DE UN CONFLICTO
DEFINICIÓN
El conflicto define al
conjunto de dos o más hipotéticas situaciones que son excluyentes: esto quiere
decir que no pueden darse en forma simultánea. Por lo tanto, cuando surge un
conflicto, se produce un enfrentamiento, una pelea, una lucha o una discusión,
donde una de las partes intervinientes intenta imponerse a la otra.
¿CÓMO SE PRODUCE UN CONFLICTO?
Los conflictos se producen en cualquier relación
interpersonal, incluso con aquellos que mejor nos llevamos, con quienes
compartimos intereses comunes o con quien más queremos. Esto es algo normal, ya
que somos individuos con opiniones, deseos y necesidades diferentes a las de
los demás. Por tanto, siempre llega un momento en que esas diferencias en
sentimientos e intereses dan lugar a situaciones conflictivas.
Aceptar los conflictos como algo normal y afrontarlos de
forma asertiva nos ayuda a sentirnos bien y a mejorar nuestras relaciones. En
cambio, si los conflictos no se afrontan o se manejan mal, pueden producir
sentimientos de ansiedad, impotencia, confusión, soledad, enfado o resentimiento;
también conductas contraproducentes como la inhibición, el aislamiento o la
postergación, pérdida o deterioro de las relaciones importantes, reducción de
oportunidades e, incluso, problemas de salud debidos al estrés.
PASOS PARA LA SOLUCIÓN DE UN CONFLICTO
PASO 1. Reconocer el problema lo antes posible y adoptar
una posición adecuada ante él.
Hay señales que indican que puede existir un conflicto o
problema: sentirse tenso, enfadado o incómodo; tener la sensación de que algo
va mal, o notar que el otro se comporta de forma hostil, se distancia o
malinterpreta tu comportamiento atribuyéndole malas intenciones inexistentes.
Adoptar una posición adecuada ante el problema implica
detectar cualquier actitud de exigencia (“esto no debería ocurrir”) o de
minimización (“no pasa nada”) y reencuadrar el problema, es decir, verlo de
otra forma, por ejemplo que cosas podemos mejorar o aprender gracias a ellos.
PASO 2. Formular el problema de forma clara y concreta.
Hay que definir el problema con precisión, por ejemplo:
“mi marido no ayuda en las tareas domésticas y pasa la mayor parte de su tiempo
libre con sus amigos”.
Para definir puede ser útil plantearse estas preguntas:
¿Por qué esta situación es un problema para mí?.
¿Cuánto me preocupa en una escala de 0 a 10?.
¿Qué tendría que ocurrir para que esto deje de ser un
problema para mí?
Después intenta comprender cómo ve el problema la otra
parte. Para ello, trata de plantearte las mismas preguntas que antes (podemos
preguntar a la otra persona o a terceros).
PASO 3. Crear alternativas para solucionar el conflicto.
Al buscar soluciones conviene considerar el mayor número
de alternativas posibles, incluso aunque a primera vista parezcan descabelladas
(lluvia de ideas), ya que solucionar un conflicto en forma optima precisa del
pensamiento creativo en muchas ocasiones, es decir, de la habilidad para pensar
de formas diferentes a lo habitual y para considerar nuevas maneras de hacer
las cosas.
Entonces, habrá que ver las alternativas posibles desde
el punto de vista de ambas partes.
PASO 4. Evaluar la alternativas y elegir la más
conveniente.
Para elegir la opción más válida hay que tener en cuenta
las necesidades, deseos e intereses de ambas partes.
Buscar soluciones “gano-ganas” y si no es posible una
negociación. A veces, conviene evaluar las ventajas e inconvenientes de cada
opción o alternativa.
Una vez elegida la mejor opción hay que planificar cómo
se va a llevar a cabo, es decir, concretar cómo y cuándo se aplicará y quién se
hará cargo de las tareas que requiere.
PASO 5. Puesta en práctica de las decisiones tomadas.
REFLEXIÓN
Para solucionar un
conflicto lo más apropiado es entablar un diálogo dando a conocer las ideas y
opiniones de cada una de las partes, para poder así, llegar a un acuerdo que
satisfaga las necesidades de cada uno.
Para lograr esto las
partes que participa en la solución del conflicto deben saber hablar y así
mismo saber escuchar. Todo esto permite que haya menos agresiones verbales y
peor aún agresiones físicas que puedan causar consecuencias peores como la
muerte.
Consejo:
Si quieres evitar entrar en conflicto trata
siempre de hablar con cordura y sobre todo con mucho respeto para que tus
palabras no hieran a las demás personas.
REFLEXIÒN
CYBERBULLYNG
Cito a todos los menores y
adolescentes a no practicar ni apoyar el cyberbullyng, ya que este perjudica a
sus semejantes. Entiendan que así lo
realicen por diversión, sin intenciòn o con intención las consecuencias de
este pueden ser muy perjudiciales.
Frente a una computadora, en
las redes sociales u otro medio cibernético se les hace más fácil hacerse los
valientes a los agresores, pero en si el cyberbullyn se puede deducir que es un acto de cobardia, ya que por medio de este incitan a las demás personas
a la burla y discriminación hacia los demás bien sea por defectos físicos, morales, entre otros,
estos consecuentes pueden llegar a cuestiones graves (suicidio o problemas psicológicos).